martes, 10 de junio de 2025

Forasters nouvinguts.

Crónicas Ribetanas Independientes.

Sant Pere de Ribes está enclavado entre la rural Olivella y la lúdica Blanca Subur. Al antiguo núcleo urbano  hay que añadir, el Autódromo, Roquetes, Vilanoveta, Puigmoltó, El Palou y diversas urbanizaciones, Incluso tiene  658 metros de costa con la playa del hombre muerto. Mantiene una zona agrícola de viñas y frutales, y un crecimiento limitado por un plan de urbanización más o menos sostenible. Aun así en los últimos cincuenta años ha llegado a sextuplicar su población y la amenaza de la vecina Sitges planea en el horizonte.

nucleo urbano.

A principios de los setenta, cuando conocí el municipio, Solo había un bar en la Plaça: el "Quo Vadis", la ´"reluciente" bodega Vivó en la carretera, alguna tienda de ultramarinos en el carrer Major, una solitaria farmacia en la plaça de la Font y un cine de verano como atracción lúdica primcipal. 

Algo más tarde con el auge de las motos de montaña, tuvo su relevancia el taller mecánico Dafoca con el inefable Daniel Fonoll, (el rey de las soldaduras), al mando. No hace mucho, su hijo, Dani, tuvo la amabilidad de enseñármelo en un viaje al pasado de lujo, ("Museu Fonoll", un free tour bueno),  Lo que queda, que es mucho, es historia viva del motociclismo contemporáneo, como su máquina de motocross con la que cosechó diversos éxitos deportivos.

Como vecino veraneante en una urbanización de Olivella desde 1968, no puedo considerarme foraster, si bien hay mucho progreso del que no he sido testigo este último lustro después de la venta de la casa familiar y las escasas visitas a pesar del constante y amable ofrecimiento del hotel Silvia.

Carrer del Pí

El Pí va caure.

Es el claro ejemplo del éxodo de la capital. A principios de los noventa con la apertura de los túneles del Garraf, la distancia a Barcelona en vehículo queda reducida a menos de una hora. Sin tren pero a solo 4-6 km de Sitges o Vilanova es destino cómodo. La pandemia y el teletrabajo  han hecho proliferar las inmobiliarias y administradores de fincas y los precios de la vivienda ya no son tan asequibles.

En la animada comida que nos ofreció Antonia en su indiana casa del carrer del Pi, de los ocho  + dos asistentes, solo uno era nacido en el pueblo, incluso el más veterano (76) decía ser del barrio del autódromo.

Abro el debate de quién es considerado foraster, observado y fiscalizado por la junta de sabios que dictamina si merece entrar en el círcuito. En la contigua Vilanova hay los VTV, (vilanova tota la vida) que suelen no ayudar a los nouvinguts hasta que no muestran cierto valor añadido y siempre a juicio de los popes. Ya fue un hito la únión con La Geltru, aunque creo que ser la playa de Vilafranca, tampoco lo llevan bien. A mí también me controlaron cuando llegué a mi piso actual de L´H. "Podía ser del GRAPO" según la amable vecina de enfrente. Común es, que el conocimiento del vecino es necesario y el sentido común y la tolerancia deberían acabar imperando.


Teloneros en el Ger.

Quimi Portet en Sota-Ribes

Queda el relato de las actividades festivas que constantemente se organizan en el municipio, Retorn dels Indians (sin esclavos), fue la penúltima y este finde pasado el festival de proximidad monocicle, con estrellas de nivel mundial como Quimi Portet, a doce euros y a cuatro metros. Me río del Primavera sound...



Pero sin duda la actividad que levanta más pasiones es el "Truc", juego de naipes por parejas con cierto burle. "Con la puta hay que pagar" y "Dos cames fan una cuixa".

 Aferrizada es la competencia en torneos con premios de jamón. El stress ha provocado que algunos/as solo disputen amistosos. Pero vaya amistosidad...

Tapete y palillos, imprescindibles.

De todos modos me quedo con una nueva lección del arroz con cosas Esta vez a cargo de los "doctores" López, Oscar y otro cocinero lugareño. El dinamita, confirmación del origen de la paella valenciana, incluso con placton y que se remató con el arroz al horno de otra especialista, Eva, con cigrons i butifarra negra de "Can Manel", entre otras muchas cosas buenas. 



Exquisito







Eso sí el vehículo es necesario tenerlo a punto y no empotrarlo contra el muro.


Máquina total


perro seco.







Y no olvidarnos que es el pueblo de la Balón de Oro de futbol femenino: Aitana Bonmatí. Una persona normal dicen de ella. La antigua penya barcelonista ha encontrado su propio agosto.

Un Laporta serían todos juntos.

Agradecimientos al siempre acogedor: Hotel-residencia Silvia y las guías, más o menos locales, mayoría femenina, de Ribes del Penedés.(documento de 1932, según el estudioso López). 

¿Quienes somos, de donde venimos y a donde vamos"?.







lunes, 9 de junio de 2025

Free tour, extended play

 "Sagrado Familio"


Tras el episodio ribetano intemporal, (spoiler: habrá informacion), Riera de Ribes, castell de Sote-Ribes i el passeig circunvalació. Un poco de "senderismo" ya que el guía autóctono del Garraf solo nos enseñó los bares. También breve la visita al núcleo de la vecina Olivella e improvisada comida en La Posada de Sant Pere de Molanta.

Olivella poble.

Ya de vuelta a la metrópoli con moderado tráfico nos quedaba media tarde para cubrir alguna piedra interesante, y la que más es el templo expiatorio de la Sagrada Familia.

Fachada Sardenya

Conmueve observar el crecimiento del monumento más visitado de Barcelona. Como siempre los locales no valoramos en su justa medida el patrimonio arquitectónico del que podemos disfrutar.

Las tres fachadas impresionan y los propietarios de la finca de Nuñez y Navarro, frente a la cuarta en la calle Mallorca y afectada por lo que debe ser la escalinata de acceso principal, ya empiezan a estar preocupados por la mudanza.

fachada Provença

En la sabiduría popular se decía de las obras largas "esto no se va a terminar nunca, como la Sagrada Familia". Pues en diez años caducará, el tiempo que se calcula para la finalización, gracias a las limosnas de los turistas que la abarrotan día tras día.

Ruta light modernista con la Casa les Punxes,  La Pedrera, la Casa Fuster y visita a Gracia, barrio de Antonio González  "El Pescailla" y junto a la calle la Cera, cuna de la rumba catalana.

Ahora te echan de las terrazas de los bares a las 20 h, si no vas a cenar. Servilismo al turista que nos tendríamos que hacer mirar. Almuerzo a mediodía y cena a las seis. ¿"Semos europeos"?. Menos mal que siempre queda algún oasis en forma de chiringito cerca del cadáver de Convergencia, para ligar una tortilla de calabacín.

Ya de noche, la cuba de regado de calles fue la penúltima distracción y con el visionando de la excelente película "El maestro que quería enseñar el mar", recordé que tampoco llegamos a la playa, habrá que hacer algún extended play más.



También han perdido glamour las despedidas en la estación de tren. Molaba bajar al andén, ahora el "hasta pronto" es tras un muro de metacrilato. 

Muy pretencioso he sido nombrándome guia local, simplemente he intentado devolver lo que mis amigos hacen conmigo cuando viajo, abrirme las puertas de su casa y obsequiar y compartir las que crees excelencias del terreno. Además, egoísticamente, ponerte al día de los cambios de la ciudad.

Espero poder ampliar la visita en el futuro pero tampoco le llevé a beber a la fuente de Canaletas, garantía de retorno del viajero. Habrá que pensar otros recursos.






miércoles, 4 de junio de 2025

Free Tour, día 2

 Desde la otra vertiente.

Costó arrancar las sábanas, Estábamos sobre aviso de que el  bunker podía alterar nuestros cerebros, aceptamos el reto y la jaqueca fue compañera de amanecer. 

El siempre estresado programa del viajero, a media tarde debía partir hacia otra comarca, obligaba a una visita express a las zonas altas de la ciudad.

Atravesando la ronda del mig, pasando por delante de un "monumento", la morada de la familia del al parecer, no tan "honorable", Jordi Pujol. El Putxet, Lesseps, Vallcarca, Valle Hebrón y Roquetes, final de la linea de bus 47.

Socorrido el recurso cinematográfico de visitar el Barrio de Torrebaró donde a mediados del siglo pasado se desarrolló una intensa lucha vecinal para disponer de un transporte y los servicios municipales básicos y que acaba con el secuestro de un autobús metropolitano en 1978.

Actualmente tiene el final un poco más allá de la Via Favencia, englobada en la Ronda de Dalt. Desde allí un microbus el 182 recorre la carretera alta de Las Roquetes  hasta llegar al antiguo castillo medieval de Torrebaró y a las viviendas construidas en su falda durante  las decadas de los 50 y 60, por los sufridos emigrantes de la península que simplemente  huían del hambre tras una post guerra deprimente. Quizá no fue tan diferente como con la actual emigración extrapeninsular. Merece reflexión.

No hay fotos, aún quedaban restos de bunker en nuestros sentidos, y no voy a dar lecciones a los senderistas de Collserola que ya deben conocerlo y sí a los del Bunker del Turó de la Rovira. Mucho mejor desde esta vertiente.

Camino del Tibidabo, por fin. Este enclave, cumbre del municipio, a algo más de 500 metros, es imprescindible para situar la ciudad a tus pies.

Vista noreste, Al fondo la antigua Térmica S. Adrià

Vista sureste, puerto.

Vistas al centro.

Sin neblina se adivinaría la Sierra de Tramuntana en la isla de Mallorca.

Carrusel a la falda del templo.

Tibidabo y su falda. (Fotos: Eva F.)

Con la pertinaz calicha y la habitual contaminación, se apreciaba una difuminada aunque no distorsionada panóramica de la urbe y su anillo costero. Hay días mas claros pero el caloret de este final de mayo nos puso de color gamba guiri.

La autora.


Bajada por la palaciega Vallvidriera, en moto, que no en avión y adelantado por ciclistas, Vila de Sarria. y de nuevo vistas a las obras del Camp Nou, esta vez con luz. Poco avance se advierte. 

Despedida con comida casera, plato de macarrones, especialidad de la pensión. cocinados en la víspera de la llegada. 

Justito tour, sin demasiada arquitectura modernista, el Palau Guell por fuera, acaso y corriendo para coger  el Metro, camino del transporte hasta el Garraf. Plaza Universitat y otra vez el intenso tránsito de la Gran Via. Esto le quedó claro, los atascos y los semáforos de Barcelona. Cuando subió al autobús con el relevo Ribetá en busca de una nueva free tour, supe que un extended play era necesario. 

Spoiler.

Con el turista facturado, volví a las reflexiones urbanas del Raval. Belloteros de Badajoz, Mangurrinos de Cáceres y Palanganeros los del Sevilla.

Viva er Betis, manque pierda.

La referencia a acequias y acueductos indicaba falta de riego y no precisamente de lúpulo.

Fin segundo día.


martes, 3 de junio de 2025

Free Tour, día 1.

 De turismo sin parecer turista.


Es evidente que el turismo con guia local es una buena manera de visitar cualquier pueblo, paraje o  ciudad.

Los Free tour son una versión mejorada de la antigua excursión de autocar con guia de las agencias de viajes.

No parece difícil para un morador algo veterano, escoger una ruta por sus pirámides, llevarte a los miradores o a un simple paseo por las calles empedradas del casco antiguo destacando las más monumentales, incluida la catedral, el Ayuntamiento y el bar de la plaza de la Casa Consistorial,

En este sentido la globalización lo ha extendido al mundo mundial, supongo empezaron en Nueva York y luego Tokyo, Londres o París, tampoco estoy muy documentado, pero ya han proliferado incluso en pequeñas localidades que como todas, esconden tesoros inapreciables a la vista o al olfato. Recuerdo una, quizá la primera, en Alarcón, en plena Mancha, capital antes que la Villa de Madrid y patria de la maltratada Juana la Beltraneja. Quizá Castilla hubiera funcionado mejor con ella.

Tras el apunte histórico, eso fue hace casi veinte años, Soy yo el que había de organizar uno personalizado por mi ciudad. Barcelona. Y no es tan fácil.

Incluso con motocicleta, el coche está imposible desde hace años. La selva que conforman los taxistas, furgonetas Prime, los torpes cabify, más autobuses y autocares de guiris. a los que hay que añadir el tranvía es una prueba de las del santo Job, patrón de la paciencia. El piloto Nani Roma, con más de un Dakar en el bolsillo, lo prefiere disputar, a conducir entre el tráfico de la Ciudad Condal.

Tirando una carta alta, decidí para empezar una de vistas para situar la dimensión de la urbe. Desde la zona franca a la montaña de Montjuic y desde su castillo teníamos una excelente panorámica de los miles de contenedores del crecido puerto. los propios locales descubrimos novedades al mostrarlo a los forasteros.

Jardines del castillo. Al fondo: el puerto


Un poco mas abajo ya otra vez en dos ruedas, otra panorámica desde el mirador del aéreo muestra la parte más poblada, desde Poble Sec hasta las ximeneias de la térmica de Sant Adriá. playa, torres Mapfre, Catedral, Sagrada Familia, Hotel Vela, El Carmelo, Tibidabo, y la omnipresente Torre Glories...


Costó llegar en una lenta y densa bajada a la Barceloneta. Creo que hubo un incidente personal en la ronda litoral y ya se había liado el caos. Conseguimos llegar a pie de playa. El sol de justicia nos invitó a refugiarnos en una terraza a puertas del ahora parque de La Maquinista, parada técnica para repostaje. Incluso en la terraza, ilustré a unos jóvenes del país, que desconocian el significado del arco de entrada a la centenaria fábrica metalúrgica.

El colapso circulatorio hizo alterar el horario del preplan y acercándose la hora de comer, pensé en el antiguo Bidasoa para reconstituir fuerzas tras los golpes de lorenzo recibidos. Excelente como siempre Raúl y familia, comida sólida y mejor trato en el abertzale local del barri La Mercé. vitaminas para seguir avanzando el tour.

Desde allí, Escudillers, Plaza Real y Paseo por las Ramblas era actividad necesaria para sentir la soledad del residente, atravesando la parte alta del Raval por la calle Hospital y los jardines de la biblioteca y la escola Massana. Tras la también actividad obligatoria de visitar el local del Agustí, una cerveza en la rambla con el gato de Botero, testigo mudo. 


En este punto del tour el turista observó extrañado que casi no había oido hablar en catalán a nadie y sí visto una variopinta mezcla de razas: asiáticas, latinas, árabes, africanas, conviviendo en cierta armonía. También vimos alguna burka, que criticó con razón.

Ya a media tarde decidí posponer el acceso a la otra montaña de la ciudad, el Tibidabo. No encontré vuelo.

Eso será mañana.

Tardó en confirmarse la improvisada opción Poble Nou, Contactamos al fin con la guía autóctona, lo que me permitía ceder el mando de las operaciones a una vecina  especializada  en un  barrio. que aún ve a la gran Barcelona como la capital prepotente y evita llegar al centro. Poble Nou era, es y seguirá siendo autosuficiente, a pesar de Diagonal Mar, El Forum, La Vila Olímpica y el 22@.

Tras extenso tardeo con espectáculo de vodevil en la mesa contigua de la terraza del chino de Pujades, continuamos mal cenando en otro chino cerca del "triángulo golfo". Debimos pedir los fideos.

Finalmente acabamos con varios indígenas asilvestrados entre los que estaba la "Xurrera", en un Bunker de verdad y no en los mal llamados del  Carmelo. Esos, con la horda de guiris que suben del Parque Guell, están a petar y los quería evitar. (Spoiler: no llegamos). El visitado, casi contiguo al cuartel de la urbana, era mucho más íntimo. Inclasificable de momento y no hay fotos, para que siga siendo un anónimo bunker.

Ya de noche, la larga pero fluida travesía de vuelta fue resuelta con suficiente habilidad, incluyendo visita nocturna a las obras del "Camp Nou", previa, a entregar al turista sano y salvo en  la Pensión Torrassa.

 Fin del primer dia.