Lo prometido es deuda, dicen... es que hay muchos morosos...
El affaire cobrador del frac era algo personal entre dos jugadores. el listo y crédulo.Lo arreglaron más o menos, el crédulo poniendo pasta y el listo ya no se lo hará tanto a partir de ahora. Caso cerrado.
Como se le ocurre a más de 600 personas jugar diez partidas de ajedrez en sendos días. Vale hay 100 muy buenos que van a por la pasta o a vender sus bondades, 100 más que creen serlo y otros 400 que venimos a pasar el rato. Da para un análisis sociológico.
Una asamblea de frikies (cualidad o defecto... que aún no se definir) visto desde el exterior. Deportistas jugadores para los de dentro.
Luego están los que no juegan pero vienen a mirar, a medio camino de la falta de tiempo y el gusanillo que te queda en el cuerpo.
También están los impresentables que asoman el hocico con prudencia, no sea que se lo partan.
Los que venden libros, los que lo intentan y los que dan la paliza ésta otra especie bastante común.
A los niños hay que darles de comer aparte. los sub 10 más interesados en el album de la liga de fútbol y de jugar al escondite, natural. Los más mayores que hacen las dos cosas, pero que se divierten y los más creciditos que tienden a tener la mala presión de sus padres. Esto ha mejorado mucho los últimos años, doy fe, los progenitores han puesto de su parte, primero estudiar y luego las aficiones. vamos bien.
Finalmente tenemos a los sufridos organizadores, hay que dar buena nota a todos. En este país podemos jugar oficial casi cualquier día del año, patrimonio que hay que conservar, sino de que vienen tantos guiris en verano, Un caso especial es el alemán Rainer Siegel, que se pasa casi dos meses durmiendo al raso y participando dignamente en todos los torneos.
Cuidemos este deporte, sin obsesiones, con prudencia, pero con marcha. Tenemos buena salud.
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