"Cómo llegar a la felicidad".
Bajo el txirimiri tolosarra, el Kurunel me advirtió del título de un libro en el escaparate de la librería contigua a la taberna de pinchos, previa a la sidrería Egutkitza destino final de la cuadrilla. Ya lo resumo en una frase, "vaya de sidrerías con sus amigos". "No hase falta desir nada más", citando aquel famoso filósofo alemán.
La familia que ha creado el finde de sidrerías en Euskal Herria merece estudio antropológico. El añorado amigo Maik, el gran "Ikastolo", oriundo navarro, debería considerarse como el padre de la criatura. Él ya conocía las bondades de la sidra con su cuadrilla pamplonica sanferminera. el carnero mayor: Alfredo, Julen y Juanje ya eran fijos en el equipo desde los primeros ochenta cuando los conocí.
El encuentro, con la madre, Silvia, la que no quiere salir en las fotos, procreó una singular familia. Por un lado, al trasladar la pareja su residencia a Ribes, conectaron con el comando GER-cupaire. Lopes, Oscar, la Paqui y cia. encabezan un sector claramente titular en el equipo sidrero y siempre han tenido refuerzos de calidad, incluso de alfombra roja y parlamentaris.
Silvia, la de no fotos, ya tenía una extensa familia valenciana que desde el primer momento ya fueron titularísimos. Mención especial al trío valenciano Jose, (padrastro de la familia), Ferran, Toni y su ramal conquense Eva y Angel.
También hubo presencia oscense, durante un tiempo gracias al padrastro, la cantera maña ha dado minutos de gloria al equipo pero algún tocho también...
Y no olvidemos a la sección riojana. Tener un médico en el equipo es otro lujo añadido.
La familia que aportó Maik también, fueron su socio Cabini y toda la pandilla de energúmenos del club de ajedrez entre los que me incluyo. He tenido ausencias reiteradas al coincidir con la temporada de ajedrez pero no he pasado sidrería mala, nunca. Esta vez he vuelto a recordar lo terapéuticas que suelen ser.
A su vez el subsector del Agustí: Gema-Cantan, introdujo a Poble Nou y todo el asilvestramiento del barrio. Titulares fijos también. Algunos ya no están y otros se están recuperando en la enfermería, pero la mayoría de suplentes que van llegando suelen dar juego.
Un noviazgo en el siglo XX y un prolífico siglo XXI, del que seguro estaría orgulloso Maik. Ha dejado un saga de hijos y casi nietos que Silvia, que sí, acaba saliendo en la foto, porque como buena madre, siempre está.
No estábamos todos los que son, pero todos incluso los demás volveremos a estar. Gens una sumus.
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