La participación final ha permitido poder desterrar las celdas de castigo. Todos en la misna sala, relativamente cómodos, bastante silencio interrumpido solo por alguna tos molesta. El material nos deja algún rey capado haciendo de dama, peones frágiles y torres de diferente altura. Anecdótico, tampoco tanto como para quejarse.
La merienda de los niños es otra cosa. Puntualmente, bikini del bar que tienen buena pinta, el clásico bocata sólido, bollería, bolsas de patatas... Nada anormal solo que alguno se olvida de recoger las sobras y tirarlas a la papelera. Padres que teneis hijos. Ojo, también hay mayores que no recogen sus envases.
Restos del naufragio.
Punto de móvil y guerra de banderas.
Lo hubo ayer y la bronca que se llevó el que llamaba, (presuntamente su señora) fue histórica, aunque la culpa no fuera suya y es que como dice la mía "De noche madrugan los arrieros".
Sobre las banderas: catalana y española en los rótulos de los jugadores, esperemos que la sangre no llegue al río. Este país, Catalunya, está muy sensible en este tema y no creo mala intención, sino más bien error de la organización. De hecho hay confraternización de países como se observa en esta foto.
Nos comentaba Castellar, 78 primaveras le coniemplan, socio fundador hace más de 50 años, presidente más de 30 y una de las piedras angulares del Sant Josep de Badalona que ya no saca ni ficha federativa. El siempre está ahí para echar una mano, hacer recados y de cobrador de morosos, Sigue llevando colegios pero que no lo enreden más. Modestia silenciosa, sin duda es algo más, sin él al torneo le faltaría alguna cosa.
En el absoluto Bruzón jugará hoy con Forsberg, ay ay ay. El chaval beneficiado la primera ronda por una incomparecencia liquidó ayer al MI alemán Florian Grafl. En otra batalla generacional Díaz Camallonga tumbó a Ridameya. Rojano Alfonso también venció al chileno Mundaca. Esta juventud no tiene respeto...
Mañana más.
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